Mantiene SESA vigilancia epidemiológica de enfermedades en temporada de calor
En Querétaro, el calor no solo seca la tierra: también pone a prueba al cuerpo. Desde marzo, la Secretaría de Salud del estado mantiene una vigilancia constante sobre las enfermedades que surgen cuando el sol se vuelve enemigo.
Son seis los casos de golpe de calor registrados hasta el 11 de octubre: tres en la capital, los otros tres en la sierra, donde la sombra escasea y las jornadas al aire libre son parte del día a día. También hubo un caso de deshidratación en Colón y una quemadura solar en San Juan del Río. Cifras pequeñas, pero que cuentan historias de cuerpos agotados y jornadas bajo un cielo sin tregua.
En todo el país, los números son más duros: 900 casos de golpe de calor, 803 de deshidratación y 44 de quemaduras. Ochenta y dos vidas se perdieron por no poder enfriar el cuerpo a tiempo.
El golpe de calor llega sin ruido. Empieza con un mareo, un dolor de cabeza, la piel que deja de sudar, y de pronto el cuerpo se calienta más allá de lo que puede soportar. Los más vulnerables son los extremos: los niños pequeños, que aún no aprenden a decir “tengo sed”, y los mayores, que ya no la sienten.
Por eso, la SESA insiste en lo básico: agua, sombra y descanso. Beber sin esperar a tener sed. Evitar los excesos de sol y de orgullo. Usar ropa ligera, soltar el paso cuando el calor arrecia. En los centros de salud, los sobres de Vida Suero Oral esperan a quien los necesite; son una muestra pequeña de que la prevención, a veces, cabe en una bolsita de polvo.
El calor sigue, pero también la vigilancia. Porque cuidar la salud, en estos días de sol implacable, es un acto de sentido común… y de amor por la vida.


