La noche del 15 de octubre, la tierra volvió a ceder. A la altura del kilómetro 43+900 de la Carretera Estatal 100, un talud se desplomó sobre el asfalto, obligando al cierre total de la vía para proteger a quienes transitan entre Bernal y Ezequiel Montes.
La Comisión Estatal de Infraestructura (CEI) informó que, aunque horas antes ya se había retirado material de una caída previa, el terreno no resistió y se vino abajo nuevamente, lo que refleja la inestabilidad del suelo tras las recientes lluvias.
Hoy, maquinaria pesada trabaja sin pausa. Las estimaciones apuntan a una semana de labores, siempre que el clima lo permita.
Mientras tanto, se habilitó un camino alterno por la ruta antigua, a unos metros de Bernal. Desde el gobierno estatal se pide a la ciudadanía conducir con precaución y evitar la zona si no es estrictamente necesario.
En los escombros, los trabajadores avanzan palada a palada, entre el polvo y el ruido de las retroexcavadoras, restableciendo la conexión que por unas horas se perdió entre la Sierra y el semidesierto.


