octubre 27, 2025

En Huimilpan, la escuela como corazón del futuro

La mañana avanza entre bancas nuevas y palabras que intentan sembrar esperanza. En el patio de la Telesecundaria Álvaro Obregón, los alumnos observan atentos mientras el Presidente Municipal de Huimilpan toma el micrófono. Frente a ellos, las sillas recién entregadas brillan bajo el sol. No es un acto grandilocuente, pero sí simbólico: ahí, donde la educación se teje con voluntad, se reafirma la apuesta por el futuro.

El programa “Huimilpan Mi Escuela” no es solo un evento protocolario. Es, según el edil, parte de una estrategia integral para fortalecer los espacios educativos y con ello las posibilidades de aprendizaje. “Invertir en nuestras escuelas es invertir en el futuro de Huimilpan”, dice con convicción. “Cada silla, cada banca, cada mejora es una herramienta para que nuestras niñas, niños y jóvenes tengan mejores oportunidades.”

A su alrededor, el eco de esas palabras encuentra sustento en los hechos: 40 sillas, 40 bancas, y compromisos que van más allá del mobiliario. Se habla de infraestructura, de equipamiento, de una red de apoyo entre municipio, Estado y comunidad.

La Mtra. Irene Quintanar Mejía, coordinadora general de USEBEQ, subraya esa idea de trabajo compartido: “Cada acción que fortalece a una escuela, fortalece a toda la comunidad educativa.” Y en esa frase se condensa el espíritu del acto: la educación como esfuerzo colectivo.

También están presentes el director del plantel, Felipe Sánchez Sánchez, y la presidenta del Comité de Padres de Familia, María Paula Tovar Nieves. Ambos agradecen, pero sobre todo celebran la cercanía de las autoridades con la escuela, un gesto que para muchos vale tanto como los apoyos materiales.

Entre los proyectos próximos destaca la gestión de un refrigerador a través del programa estatal “Equipamiento a las aulas-cocina del DIF Estatal”, además de talleres sociales del DIF Municipal enfocados en la atención a grupos vulnerables.

Antes de despedirse, el alcalde vuelve al micrófono. “Cada compromiso que asumimos en las escuelas lo hacemos con el corazón”, dice. Y por un momento, las palabras, las bancas y las miradas confluyen en una misma idea: que en Huimilpan, educar también es un acto de esperanza.