En el Aula Magna del Tecmilenio, los aplausos rompieron el silencio académico. Veinte policías de Corregidora recibían sus constancias tras concluir el curso “Soft Skills aplicadas al liderazgo en seguridad pública”, una formación que busca algo más que técnicas operativas: pretende cultivar el entendimiento, la empatía y el liderazgo humano.
Ahí, entre familiares y compañeros, el secretario de Seguridad Pública, Ángel Rangel Nieves, habló de la importancia de mirar más allá del uniforme. De aprender a comunicarse, a escuchar y a dirigir con el ejemplo. Recordó el impulso del alcalde Chepe Guerrero, quien ha insistido en que la autoridad debe formarse también desde lo emocional y lo ético.
Durante semanas, los participantes exploraron herramientas de manejo de conflictos, trabajo en equipo y toma de decisiones. No solo aprendieron a reaccionar frente a una emergencia, sino a entender el peso de sus decisiones cotidianas, las que moldean la confianza ciudadana.
El jefe de Gabinete, Carlos Contreras López, y el director del Tecmilenio, Fernando Maeda Anaya, acompañaron el acto. También la policía segundo Mónica Iveth García Bocanegra, símbolo del rostro humano de la institución.
En tiempos en que la fuerza pública suele medirse por su respuesta inmediata, este curso representa una pausa reflexiva: un recordatorio de que la seguridad también se construye con palabras, con empatía y con liderazgo. En Corregidora, los policías aprendieron que mandar no siempre implica ordenar; a veces, significa escuchar primero.


