Lo que sostiene a un municipio: decisiones, espacios y la voluntad de no dejar a nadie atrás

En la sala de Cabildo de Corregidora, el ambiente era el de una mañana administrativa, pero también el de un ajuste de rumbo anual. La Ley de Ingresos 2026, ese documento que define las posibilidades económicas de un municipio durante doce meses, pasó por manos de regidores y del alcalde Chepe Guerrero. Su aprobación, unánime, estableció un monto de 1 mil 897 millones 151 mil 994 pesos, un incremento de 2.2% respecto al año vigente. Luego, como ocurre cada ciclo, quedó lista para viajar a la Legislatura del Estado.

No habrá nuevos impuestos, ni aumentos en el Predial, ni modificaciones al Impuesto Sobre Traslado de Dominio. En esa continuidad —a veces poco vistosa, pero fundamental para la vida cotidiana— se sostiene buena parte de la confianza ciudadana. El documento mantiene también los costos de servicios municipales y preserva los estímulos fiscales para sectores vulnerables. Entre ellos permanece el programa Tu Ciudad Contigo, un recordatorio de que las finanzas públicas también pueden mirar hacia quienes más dependen de ellas.

Cada enero y febrero, miles de familias hacen filas para aprovechar los descuentos del Predial. El Cabildo decidió mantener esa ventana de ahorro, siempre vinculada al pago anticipado en una sola exhibición. Asociado a ello continúa el seguro que protege vivienda, comercio, vehículo y mascotas: un paraguas discreto, pero importante, para hogares que buscan estabilidad.

Pero la mañana no se agotó en cifras. La donación del predio en Salto del Ángel No. 1-B al DIF Municipal añadió otra capa de significado. En ese sitio opera el Centro de Atención a Personas en Situación de Vulnerabilidad, hogar institucional de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y de la Unidad de Protección Integral. Convertir ese espacio en propiedad del DIF es, en esencia, fijar un ancla: garantizar que las paredes que resguardan a quienes atraviesan momentos difíciles sigan ahí.

Chepe Guerrero recordó que esas instalaciones fueron reacondicionadas con una visión integral para atender a grupos vulnerables. Su comentario subrayó el carácter humano del acuerdo, más allá de su trámite jurídico.

Cerrada la votación y con dos dictámenes de jubilación finalmente aprobados, la sesión terminó sin estridencias. Afuera, el municipio siguió su ritmo: comercios abriendo, familias resolviendo pendientes, vecinos caminando bajo el sol. En las decisiones silenciosas del Cabildo, sin embargo, quedaba ya trazado un fragmento del año que viene.