En El Marqués, la conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción no se quedó en discursos. Más bien, se convirtió en un ejercicio para revisar lo aprendido, reafirmar compromisos y reconocer que la integridad pública —esa palabra que parece abstracta— depende de acciones pequeñas y sostenidas. Bajo este enfoque, el gobierno encabezado por Rodrigo Monsalvo Castelán expuso el trabajo desarrollado para fortalecer la ética y la transparencia en el municipio.
En voz de la auditora superior municipal, Leonor Hernández Montes, se hizo evidente que el esfuerzo ha sido continuo. Ella describió una labor de difusión permanente del Código de Ética, el Código de Conducta y los principios que guían el actuar institucional. Materiales impresos, recursos digitales y señales visibles en las oficinas municipales han servido para recordar que cada servidor público tiene una responsabilidad frente a la ciudadanía.
La creación del Comité de Ética, desde el inicio de la administración, marcó un punto de partida. Su integración —con la participación de la Auditoría Superior Municipal, las entidades paramunicipales y la Comisión de Combate a la Corrupción— reveló la intención de establecer un espacio formal para evaluar y orientar el comportamiento institucional. Con sesiones semestrales, este comité se convirtió en un punto de encuentro donde los avances se revisan y los pendientes se reconocen.
Las capacitaciones, realizadas en octubre de 2024 y marzo de 2025, fueron otro eje fundamental. La primera, centrada en responsabilidades administrativas; la segunda, en temas anticorrupción con apoyo de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción. Los 3 mil 107 asistentes, que representan al total del personal municipal, encontraron ahí un recordatorio de que la integridad pública es una práctica que requiere actualización constante. Quienes ingresan al servicio público y presentan su declaración patrimonial inicial también reciben esta formación, como si se tratara de un rito de entrada.
La actualización del micrositio de la Auditoría Superior Municipal, con una plataforma de denuncias accesible al ciudadano, simboliza otra forma de vigilancia: aquella que viene desde afuera, desde quienes observan, preguntan y esperan respuestas claras. Estas acciones se realizaron con el respaldo de diversas instancias estatales, reforzando la idea de que la transparencia se construye en red.
El informe final llegó con un dato contundente: el 100% de cumplimiento en la Declaración Patrimonial de Modificación 2025. Más allá de la cifra, queda la sensación de un municipio que intenta sostener, desde su estructura, una cultura de responsabilidad compartida, acorde con el Eje 5 del Plan Municipal de Desarrollo. En este contexto, la lucha contra la corrupción se vuelve un trayecto, más que una fecha en el calendario.


