En el Parque Recreativo y Centro de Desarrollo Los Héroes, la tarde avanzaba con la luz suave de diciembre, esa que vuelve más cálido todo lo que toca. Hacia ese espacio llegó el presidente municipal de El Marqués, Rodrigo Monsalvo Castelán, para encabezar el festival navideño organizado por el Sistema Municipal DIF. Su presencia marcó el inicio formal de una celebración que, más que un acto protocolario, buscaba reunir a las familias bajo un mismo ánimo.
El festival había sido preparado como un puente hacia la convivencia. Un espectáculo navideño esperaba a las y los asistentes: un conjunto de escenas, sonidos y colores propios de la temporada. Las familias se acomodaron alrededor del corazón del parque, donde el escenario improvisado se convirtió en un punto de atención compartida. La dinámica era sencilla: convivir, mirar, escuchar y acompañarse.
Las niñas y los niños seguían con atención el desarrollo del espectáculo, mientras los adultos encontraban en esos instantes un respiro cotidiano. En su mensaje, el presidente municipal habló de las fiestas decembrinas y ofreció buenos deseos, palabras que buscaban hacer eco en una comunidad que se reúne precisamente para eso: reconocerse y celebrar.
La entrega de aguinaldos a la niñez marcó el momento más luminoso del encuentro. Pequeñas manos extendidas recibían los paquetes con la certeza de que la Navidad, incluso en su forma más sencilla, conserva un poder inequívoco: el de provocar alegría inmediata. Cada entrega era una escena repetida pero singular, multiplicada por tantas niñas y niños como se dieron cita.
El parque, con su rutina habitual suspendida por unas horas, se volvió un espacio simbólico. Allí, en medio de la comunidad, el festival tomó forma como una pausa colectiva, un recordatorio de que las celebraciones decembrinas tienen la capacidad de reunir, suavizar tensiones y devolver un poco de luminosidad al final del año.
El evento concluyó con la misma serenidad con la que comenzó. Las familias se retiraron con un murmullo constante, el de las conversaciones que se llevan consigo la experiencia vivida. Y en Los Héroes quedó la sensación de que, aunque breve, la celebración había sido suficiente para tejer un instante de encuentro en una comunidad que también escribe su propia historia navideña.


