En Tzibanzá, una comunidad de Cadereyta de Montes donde el sol y el trabajo diario marcan el ritmo de la vida, el agua siempre ha sido tesoro y desafío. Hoy, 86 productores ven en un nuevo sistema de filtrado una promesa tangible: la de aprovechar mejor el recurso que sostiene sus cosechas y su sustento.
El secretario de Desarrollo Agropecuario, Rosendo Anaya, anunció la instalación de este sistema, resultado de una inversión bipartita cercana a un millón de pesos dentro del programa Apoyo al Campo Queretano. La infraestructura beneficiará 52 hectáreas productivas, modernizando el uso del agua en una región que depende de su equilibrio con la tierra.
Más que una obra técnica, el proyecto representa un paso hacia la sustentabilidad, una apuesta por el futuro de las comunidades rurales. En cada válvula, en cada canal de filtrado, hay horas de esperanza acumuladas por quienes trabajan el campo y lo hacen producir.
Como señaló Anaya, esta acción responde a uno de los compromisos del gobernador Mauricio Kuri: hacer del campo queretano un ejemplo de productividad y respeto por el agua. En Tzibanzá, el agua limpia vuelve a ser promesa de vida y de continuidad.


