A media mañana, cuando la luz cae casi vertical sobre las estructuras amplias del Ecocentro Expositor, el gobernador Mauricio Kuri González avanzó entre pasillos y corrales para inaugurar la Feria Internacional Ganadera de Querétaro 2025. Lo acompañaban productores, miembros de su gabinete y representantes del municipio de El Marqués, conformando una comitiva que recorría las naves como quien se adentra en un territorio que cada año vuelve a construirse sobre memoria, tradición y expectativa.
Las naves expositoras —esas que concentran buena parte del pulso ganadero del estado— fueron el primer punto del recorrido. Ahí, el movimiento es constante: preparativos, exhibiciones, espacios listos para recibir a quienes buscan reencontrarse con la feria. Aunque el acto inaugural suele ser breve, su significado se estira más allá del protocolo: es el momento en que el recinto despierta oficialmente para abrirse a miles de visitantes.
En ese entorno, Kuri hizo un llamado simple y directo: que la gente acuda, que disfrute de los espectáculos y actividades programadas del 14 al 30 de noviembre, y que lo haga en un ambiente seguro y festivo. No prometió más de lo que la feria ya es —un espacio de convivencia que combina entretenimiento y tradición—, pero su invitación reiteró la esencia de un evento que, año con año, marca el ritmo de la segunda mitad de noviembre.
Las ferias ganaderas tienen algo de ritual y algo de celebración. La de Querétaro no es la excepción. Con cada edición, el Ecocentro se transforma en un punto de encuentro donde los productores muestran su trabajo y las familias encuentran razones para caminar juntas entre exhibiciones, sonidos familiares y aquel aroma a campo que a veces se mezcla con música y risas.
Aunque la nota oficial se concentra en el recorrido y la convocatoria, el trasfondo es otro: la feria como espacio de identidad. Su inauguración no sólo abre puertas físicas; abre también un periodo breve en el que la vida cotidiana del estado se desplaza hacia este recinto, donde se cruzan historias, tradiciones y rutinas que, por unos días, convergen bajo el mismo techo.
La edición 2025 queda así inaugurada. A partir de ahora, el Ecocentro Expositor comienza a llenarse de pasos, voces y miradas que completarán lo que el acto oficial únicamente anunció: que la feria ya está viva.